Sinopsis:
Una madre y sus dos hijas heredan una casa. Pero en su primera noche, aparecen unos asesinos y la madre se ve obligada a luchar para salvar a sus hijas.
Opinión personal de Rain Cross:
Después de la interesante Martyrs (uno de los imprescindibles del cine de terror francés actual) y de su incursión en el cine norteamericano con El hombre de las sombras (2012), el director y guionista Pascal Laugier vuelve a la gran pantalla a lo grande.
Ghostland podría parecer simple: una madre y sus hijas heredan una casa en las afueras donde un asesino las acecha. Pero no, hay mucho más.
Sin querer hacer grandes spoilers ya que es una película de la cual hay que disfrutar con sus sorpresas, Ghostland es una mezcla entre thriller, terror y drama, con escenas sin censura, que podrían resultar algo incómodas para los espectadores más sensibles, pero totalmente justificadas, ya que le dan un extra de realismo a las reacciones de los personajes.
Y hablando de ellos, las actuaciones están muy bien, ya que resultan creíbles, haciendo que empatices con las víctimas. Lo único que he encontrado (y que suele ser habitual en el cine en general) es que las edades no cuadran, y que te dicen que son adolescentes cuando se nota que las actrices tienen más de veinte, aunque estamos ya tan acostumbrados a esta práctica que al pasar los minutos lo acabas ignorando.
Los giros de guión y los ases en la manga que Laugier se guarda y que va mostrando a lo largo del metraje me han encantado. Los he encontrado de lo más acertados, y hay momentos en los que piensas que la cinta va a ir por un lado y no, nos sorprende con algo que no esperábamos.
Otra cosa con la que he disfrutado mucho es con el hecho de que el director sea tan claro a la hora de rodar, mostrando escenas de lo más perturbadoras, algo que ya pudimos ver en Martyrs (2008).
Hay momentos duros, sí, pero no son de forma gratuita. Si están ahí es por algo, ya sea por trama o por realismo.
En resumen, Ghostland me ha parecido sorprendente, dura y bien llevada. Con buenas actuaciones y giros interesantes.
Larga vida al terror francés.
Lo Mejor: La crudeza con la que Laugier rueda. La trama. Los giros de guión.
Lo Peor: Que puede que haya pasado algo desapercibida en nuestro país.
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