Mientras escribo: El teatro escalofriante



Sinopsis:

En las profundidades del mar de Japón, rodeada de tinieblas, atrapada en un sarcófago de cemento y mecida por las corrientes del Pacífico, duerme una criatura de pesadilla.

Donde la oscuridad es ley. Donde los peces no tienen ojos. Donde nada existe.

El teatro escalofriante de Hideshi Hino alza su telón escarlata. Abandonemos aquí toda esperanza.



Opinión personal de David P. Yuste:

Una vez más, abordamos una obra del maestro del terror oriental Hideshi Hino. En esta ocasión, un trabajo que al igual que un teatro tradicional, nos va narrando en pequeñas dosis diferentes historias con una potente carga emocional. Algunas de ellas se conectan entre sí por un hilo casi imperceptible, que en este caso son el tema en cuestión que abordan. Otras, en cambio, simplemente narran relatos independientes que Hino emplea para expresarse o mostrar, como siempre sin tapujos, la cara más terrible del ser humano.

En este caso, tal vez de los trabajos que he leído de este autor, El Teatro Escalofriante se aleje un poco (aunque no demasiado) de esa visión más cruda y surrealista que su autor suele imprimir a todas sus obras. A diferencia de otros mangas suyos, tal vez este sea el que más se separe de esa línea de aparente locura. Obras que normalmente están cargadas de una gran oscuridad, oculta siempre bajo una máscara macabra o grotesca, que impregnan con bastante frecuencia las páginas de sus libros con perturbadores dibujos y retorcidos guiones.


Dentro de esta recopilación de historias con títulos como El ogro Gongoro o El día en que las grullas echaron a volar, Hino vuelve a la carga para denunciar los problemas básicos de esta sociedad: el miedo a lo desconocido, el rechazo y la violencia contra el prójimo, la avaricia o la maldad. Pero, para variar, también explora otro rostro del ser humano más amable como, por ejemplo, la esperanza, el amor o incluso la capacidad que poseemos, si luchamos para ello, de alcanzar nuestros sueños.

Algunas historias os sorprenderán. En otras, en cambio, enseguida podréis reconocer numerosos acercamientos y guiños a obras clásicas de la literatura, como bien podría ser “Frankenstein o el moderno Prometeo” de Mary Shelley. O, incluso, claros homenajes a largometrajes del cine más clásico, ya sea oriental u occidental, como Godzilla o incluso el eterno King Kong.

Sea como fuere, en este manga vais a encontrar cuatro historias cargadas de un gran potencial. Algunas os causarán repulsión hacia nuestra propia especie, otras, tal vez, puede que incluso lleguen a enterneceros. Pero, como siempre digo de este autor, lo que tengo claro es que a ninguno os dejará indiferentes.




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