Sinopsis:
En la ciudad se ha estado contando la leyenda urbana de una extraña joven que aparece cerca de la basura durante la noche, con un aspecto sucio y aterrador, cargando un extraño peluche. Cuando pasas a su lado te pregunta si tienes una hermana.
Sea lo que sea que le respondas, tú condena es ser perseguido y asesinado por la joven. Itou Kasuki es un joven que vive solo en un pequeño apartamento. Un día, al ir a tirar la basura, se encuentra con una extraña chica, la cual le pregunta ¿tienes una hermana? a lo cual él, sin darle mucha importancia, responde que sí, comenzando así una pesadilla de la cual no hay un escapatoria posible.
Opinión personal de David P. Yuste:
Este manga parte de una premisa bien sencilla, pero no por ello menos inquietante o aterradora.
He de admitir que, en su momento, fue eso precisamente lo que me llamó la atención de él. Lejos de introducirnos en una historia enrevesada, llena de enormes giros o incluso más compleja o con un argumento más elaborado, Ibitsu se lanza de cabeza al meollo de la cuestión. Ese meollo no es otro que una leyenda popular, como muchas tantas otras pueden existir en Japón, y el inevitable infierno en el que se convierte la vida de su protagonista.
Como os contaba, lentamente y casi sin darnos cuenta nos iremos introduciendo en la narración que, de forma pausada, pero sin perder el ritmo, irá adquiriendo un aura cada vez más macabra y oscura hasta teñirse con unos tintes siniestros y perversos difíciles de concebir.
Este trabajo se divide en dos volúmenes o tomos, por lo que también tengo que decir que su final tal vez sea un tanto abrupto, brusco. Pero supongo que en el fondo esa es la intención y por una buena razón, dejarte con la intriga supone hacerte (cosa que haré) con la segunda parte y así saber las consecuencias que traerán a Kasuki el haberse encontrado con este ente con apariencia de joven sucia y desarrapada.
En cuanto al apartado visual, como podéis ver, posee un corte bastante clásico, y tanto los personajes como los entornos en los que se desarrolla la historia son muy similares a los que podríamos encontrar en otros trabajos de esta línea. Con grandes detalles y siempre realizado en los característicos tonos blanco y negro de este tipo de trabajos, resaltan muy bien las escenas más importantes. Eso sí, este manga sabe muy bien de qué manera jugar con las imágenes para mantener en tensión al lector y obligarlo a seguir leyendo. Porque lo cierto es, que una vez que lo empiezas, es difícil soltarlo.
Por último, añadir, que como bonus o extra, al final del volumen introducen una tira corta pero igual o más terrorífica que la obra de la que estamos hablando, y que se titula Historias de terror de Ibitsu: La habitación de los muñecos.
No os voy a destripar nada de ella. Tan solo deciros que, con seguridad, a muchos de vosotros os pondrá los vellos de punta.
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